domingo, 6 de junio de 2010

Nuestro lugar bajo el árbol

Nicola despertó, no sabía cuento tiempo habia pasado y no sabía que había ocurrido, sólo que María estaba a su lado inconsciente, tardó un poco en reaccionar y apenas lo hizo la abrazó como nunca antes lo había echo, un abrazo tierno.
Despejó las hojas secas que habían caído en otoño y ahora en verano seguían adornando su cabello castaño, estuvieron abrazados dias enteros, talvez meses, el quería que fuese por siempre, María también lo ubiese querido si ubiese estado conciente pero una repentina lluvia forzó a que Nicola buscara un sitio donde poder estar mas abrigados, a ambos les gustaba la lluvia , pero ahora el frio podría hacer que ella jamas despertara.
Bajo el mismo árbol recolectó selectivamnte hojas caídas de distintos tamaños que estuvieran secas y las colgó justó donde resbalaban los goterones de agua cumulada en las hojas verdes del árbol para que así los goterones de lluvia acumulada en las hojas sonaran con distintas notas cuando el agua caía en las hojas secas, como teclas de piano, notas que solo se oían en el profundo silencio del espacio, como el que existía en ese momento bajo el árbol. Como un piano natural, donde cada hoja seca llevaba su pulso descuadrado, creando distintas melodías según  lloviese mas fuerte o mas despacio, esas melodías hacían que María soñase que Nicola estaba ahí para cuidarla hasta que ella despertara y para siempre. El quería que ese momento nunca acabara.
Los años pasaban como una nube en cielo, tan serena y hermosa pero demasiado rápida.
Las lluvias habían terminado ya y la primavera estaba llegando a su esplendor. Cada vez que el sol enviaba un rayo que se escabullía entre las hojas hasta la cara de ella, el la peinaba con una ramita, la rama mas perfecta que pudo haber encontrado para sus aromados cabellos , siempre que un rayo de luz la iluminara, el sagradamente la peinaba y la acariciaba. Un día, como siempre lo hacía, esperaba que el primer rayo del alba iluminara el rostro de María para empezar a peinarla, esperaba todas las noches con un ansía de amor incondicional que ese momento llegara, el instante mas hermoso del día que esa ves fue distinto a los otros porque junto con el primer rayo de luz un ángel vino con este y el ángel dijo "ya es tiempo". Nicola miró a María y dejo de abrazarla, el ángel prudentemente desapareció dejando a la pareja a solas, el se recostó a su lado y esperó a que ella despertara. Para el desmayarse.


¿Es un cuento que hice, ojalá lo comenten y me digan si les gusta y que piensan. ¿se entendió la parte del piano?
Nicola de María

2 comentarios:

Sweet Moon dijo...

Demasiado hermoso el cuento... Me gustó mucho... sobre todo la parte del piano (lo entendí)... te felicito Pablo...
Saludos ;)

Anónimo dijo...

Simplemente te amo!
demasiado hermoso tu cuento